Nuestra Historia
Allá por el S.XVII, en la Cava Baja, se encontraba el único Molino de Harina de Madrid, que pasó a convertirse en 1.642 en la primera Posada de la Corte, al amparo de las murallas árabes, donde se daba comida y aposento a todos los viajeros que llegaban a Madrid.
En 1980 fue cuando, vencida por el paso del tiempo y amenazada de ruina, fue rescatada tras 2 años de minuciosa restauración, por un enamorado de Madrid y del oficio hostelero, D. Félix Colomo para que continuara en pie y se convirtiera en Horno de Asar. En La Posada de la Villa se han dado cita personajes muy conocidos pertenecientes al mundo de la política, cultura, arte y deporte, así como el más distinguido público de todas la regiones de España y del mundo entero. Sus sillas llevan inscrito el nombre de todos aquellos que tuvieron a bien disfrutar de la excelente comida de esta Posada.
Gracias a su larga y fructífera trayectoria, se le han otorgado multitud de premios y condecoraciones, entre ellas pertenecer a la distinguida Guía Michelín, el Gran Collar Gastronómico Internacional, Premio Nacional de Gastronomía Internacional, el Chaine des Rotisseurs, y tener el gran honor de ser reconocido por el Ayuntamiento de Madrid, como Comercio Centenario por excelencia empresarial al ciudadano.
Allá por el S.XVII, en la Cava Baja, se encontraba el único Molino de Harina de Madrid, que pasó a convertirse en 1.642 en la primera Posada de la Corte, al amparo de las murallas árabes, donde se daba comida y aposento a todos los viajeros que llegaban a Madrid.
En 1980 fue cuando, vencida por el paso del tiempo y amenazada de ruina, fue rescatada tras 2 años de minuciosa restauración, por un enamorado de Madrid y del oficio hostelero, D. Félix Colomo para que continuara en pie y se convirtiera en Horno de Asar. En La Posada de la Villa se han dado cita personajes muy conocidos pertenecientes al mundo de la política, cultura, arte y deporte, así como el más distinguido público de todas la regiones de España y del mundo entero. Sus sillas llevan inscrito el nombre de todos aquellos que tuvieron a bien disfrutar de la excelente comida de esta Posada.
Gracias a su larga y fructífera trayectoria, se le han otorgado multitud de premios y condecoraciones, entre ellas pertenecer a la distinguida Guía Michelín, el Gran Collar Gastronómico Internacional, Premio Nacional de Gastronomía Internacional, el Chaine des Rotisseurs, y tener el gran honor de ser reconocido por el Ayuntamiento de Madrid, como Comercio Centenario por excelencia empresarial al ciudadano.
Historia de una Posada de ayer y hoy
Sepan vuesas mercedes que la primera y principal Posada de la Villa, que desde 1642 fue amparo de trotamundos, viajeros, caminantes, arrieros, cómicos de la lengua, vendedores, tratantes trajineros, artesanos, ministriles, huertanos, muleros, aguadores, ganaderos, y otras gentes de buen y mal vivir, abre de nuevo sus puertas en esta Corte, resurgida por arte y gracia de un espíritu, no burlón de fantasía, sino romántico y enamorado del Madrid que vive y pervive, por el milagro de los sueños.
Entren vuesas mercedes en la Posada de la Villa. El posadero que les recibe, Felix Colomo Domínguez, es a buena fe, hombre cabal. Lo que ha sido capaz de hacer aquí, testimonio de su sentido emprendedor y entusiasta, y sólo posible por el tesón y las ensoñaciones que se le pasean por el sentimiento y el corazón y de las que hizo partícipes a los artesanos que lo realizaron. Esta posada lo fue hasta 1980, y cuando dejó de ser alivio de caminantes, salió valientemente al paso de la piqueta porque entendía que lo matritense y tradicional tenían que ser conservados a ultranza.
Recuerden vuesas mercedes que eran las Cavas, en el siglo XVII, puerta grande e Madrid, calles de posadas y posaderos, y entre ellas, la primera de todas la de la Villa, primera y principal, ésta en qué estamos. Para guía de acomodo de arrieros y labradores, en la hornacina de la fachada Isidro Merlo, Labrador y Santo. Hoy como ayer establecimiento tradicional madrileño, que resurge del olvido, quizá porque el pasado de éstos es tan inmediato, que Felix Colomo Domínguez no dudó nunca que había que mantenerlo.
Acomódense vuesas mercedes a gusto, y echen una mirada alrededor. Podrán comprobar que todo es como ayer, desde el nombre, a ese ofrecer buena mesa y manteles para quienes menester lo hayan, o conservar la cocina de lumbre baja a base de paja y leña, a la que arrimar los pucheros de cocido o la olla castellana, cuidados para mayor jolgorio y beneficio de los clientes a fuego lento, por lo que habrá que ir disponiendo de la hierbabuena y el azafrán, condimentos indispensables para tales y otras suculencias; y encender el horno árabe, cada mañana, disponiéndolo para los sabrosos asados.
Por último, decir a vuesas mercedes que la historia de Madrid, de nuestro Madrid, no termina nunca en lo entrañable, y siempre continúa en lo emocionante. Qué emoción es y grande, para la Posada de la Villa, recibir a tan ilustres personas prestándoles reposo en el camino.
Sepan vuesas mercedes que la primera y principal Posada de la Villa, que desde 1642 fue amparo de trotamundos, viajeros, caminantes, arrieros, cómicos de la lengua, vendedores, tratantes trajineros, artesanos, ministriles, huertanos, muleros, aguadores, ganaderos, y otras gentes de buen y mal vivir, abre de nuevo sus puertas en esta Corte, resurgida por arte y gracia de un espíritu, no burlón de fantasía, sino romántico y enamorado del Madrid que vive y pervive, por el milagro de los sueños.
Entren vuesas mercedes en la Posada de la Villa. El posadero que les recibe, Felix Colomo Domínguez, es a buena fe, hombre cabal. Lo que ha sido capaz de hacer aquí, testimonio de su sentido emprendedor y entusiasta, y sólo posible por el tesón y las ensoñaciones que se le pasean por el sentimiento y el corazón y de las que hizo partícipes a los artesanos que lo realizaron. Esta posada lo fue hasta 1980, y cuando dejó de ser alivio de caminantes, salió valientemente al paso de la piqueta porque entendía que lo matritense y tradicional tenían que ser conservados a ultranza.
Recuerden vuesas mercedes que eran las Cavas, en el siglo XVII, puerta grande e Madrid, calles de posadas y posaderos, y entre ellas, la primera de todas la de la Villa, primera y principal, ésta en qué estamos. Para guía de acomodo de arrieros y labradores, en la hornacina de la fachada Isidro Merlo, Labrador y Santo. Hoy como ayer establecimiento tradicional madrileño, que resurge del olvido, quizá porque el pasado de éstos es tan inmediato, que Felix Colomo Domínguez no dudó nunca que había que mantenerlo.
Acomódense vuesas mercedes a gusto, y echen una mirada alrededor. Podrán comprobar que todo es como ayer, desde el nombre, a ese ofrecer buena mesa y manteles para quienes menester lo hayan, o conservar la cocina de lumbre baja a base de paja y leña, a la que arrimar los pucheros de cocido o la olla castellana, cuidados para mayor jolgorio y beneficio de los clientes a fuego lento, por lo que habrá que ir disponiendo de la hierbabuena y el azafrán, condimentos indispensables para tales y otras suculencias; y encender el horno árabe, cada mañana, disponiéndolo para los sabrosos asados.
Por último, decir a vuesas mercedes que la historia de Madrid, de nuestro Madrid, no termina nunca en lo entrañable, y siempre continúa en lo emocionante. Qué emoción es y grande, para la Posada de la Villa, recibir a tan ilustres personas prestándoles reposo en el camino.
La Posada
La Posada de la Villa cuenta con tres plantas para un gran aforo de personas y en ellas varios salones privados se adaptan perfectamente a las necesidades de nuestros clientes. Su decoración es elegante, y resalta en todos sus detalles el encanto de las grandes posadas de antaño que tanto protagonismo adquirieron en el viejo Madrid de los Austrias.
La Posada de la Villa cuenta con tres plantas para un gran aforo de personas y en ellas varios salones privados se adaptan perfectamente a las necesidades de nuestros clientes. Su decoración es elegante, y resalta en todos sus detalles el encanto de las grandes posadas de antaño que tanto protagonismo adquirieron en el viejo Madrid de los Austrias.
Cocina
La Posada de la Villa le ofrece una cuidada cocina elaborada con los platos pertenecientes a la gastronomía castellana y madrileña. Una selecta carta de calidad, donde destacamos los asados de cordero lechal en horno de leña, el cocido madrileño hecho en puchero y lumbre baja, la gallina en pepitoria, los callos a la madrileña, carnes, pescados y nuestros postres típicos de Madrid.
La Posada de la Villa le ofrece una cuidada cocina elaborada con los platos pertenecientes a la gastronomía castellana y madrileña. Una selecta carta de calidad, donde destacamos los asados de cordero lechal en horno de leña, el cocido madrileño hecho en puchero y lumbre baja, la gallina en pepitoria, los callos a la madrileña, carnes, pescados y nuestros postres típicos de Madrid.
Carta
Especialidades
Cuarto De Cordero Asado En Horno De Leña
Cocido De Puchero (Por Encargo)
Entrantes
Jamón De Bellota
Lomo Embuchado
Queso Manchego
Surtido Ibérico
Sopa De Ajo Con Huevo
Sopa De Cebolla
Caldo Posada
Gazpacho (En Temporada)
Callos A La Madrileña
Caracoles En Salsa
Almejas Salteadas
Gambas Al Ajillo
Pisto Manchego
Pimientos De Padrón
Cebolla Del Posadero
Morcilla De Burgos
Chistorra De Navarra
Croquetas De La Casa
Setas A La Parrilla
Verduras A La Plancha
Trigueros Plancha
Pimientos Del Piquillo
Pimiento Piquillo Rellenos
Revuelto Posada
Revuelto De Trigueros
Ensalada Pimientos Asados
Cogollos, Atún Y Espárragos
Ensalada Posada
Ensalada Lechuga Y Cebolla
Ensalada De Tomate Y Atún
Carnes
Lomo De Buey
Chuletón De Ternera
Chuletitas De Lechal
Braseado De Gamo
Rabo De Toro Estofado
Pescados
Merluza A La Cazuela
Lubina A La Plancha
Bacalao De La Casa
Salmón A La Parrilla
Lenguado A La Plancha
Cocochas
Guisos
Arroz Con Conejo
Pepitoria De Gallina
Guarniciones
Patata Panadera
Patata Asada
Patatas Fritas
Postres
Postre Posadero
Milhojas
Bartolillos
Leche Frita
Requesón Con Miel
Cuajada Casera
Tarta De Queso
Tarta De Chocolate
Flan Al Caramelo
Helados Y Sorbetes Artesanos
Sorbete Limón Con Cava
Sorbete Manzana Con Sidra
Fruta Variada Del Tiempo
Queso Manchego Con Dulce De Membrillo
Postre Posadero
Milhojas
Bartolillos
Leche Frita
Requesón Con Miel
Cuajada Casera
Tarta De Queso
Tarta De Chocolate
Flan Al Caramelo
Helados Y Sorbetes Artesanos
Sorbete Limón Con Cava
Sorbete Manzana Con Sidra
Fruta Variada Del Tiempo
Queso Manchego Con Dulce De Membrillo
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